adabel esta cambiada

Vale es la primera vedette y coreógrafa de La fiesta está en el Lago, el éxito del verano en la Villa, junto a Flor de la Ve. Voz autorizada, habla de las internas entre sus compañeras Adabel Guerrero y Mónica Farro, el verano de Carmen Barbieri y el momento de Nazarena Vélez. “A todos nos pasan cosas, y siempre estamos al pie del cañón, eso es hacer teatro”, dice Vale.Mucho más que tres letras: hace un año, Valeria Archimaut decidía cambiar su apellido artístico por Archimó. “Es más fácil, para que la gente lo incorpore más rápido, lo hice por consejo de Carmen Barbieri”, explicó la vedette, quien por entonces mostraba su talento en Carlos Paz, a la sombra de las mediáticas Wanda Nara y Evangelina Anderson. De regreso en la Villa, y luego de un año consagratorio en Bailando por un sueño, la Archimó –a secas– parece haberle dado la razón al consejo de Carmen. En el momento de salir al escenario, luego de Mónica Farro y Adabel Guerrero, Valeria despierta los aplausos de toda la sala. Un reconocimiento al talento que se repite durante toda la puesta dirigida por Florencia de la Ve. “Sí, es emocionante lo que me está pasando… Creo que es el mejor momento de mi carrera, y soy feliz de que me llegue por una cuestión relacionada a mi laburo. Me llena de orgullo, porque es la demostración de que la gente reconoce el esfuerzo y las ganas que una le pone a cada trabajo”, dice Valeria. –¿Te pone más orgullosa ese aplauso o saber que van primeros? –Las dos cosas, por supuesto. A mí no me gusta estar en un éxito y no sentirme conforme con lo que hago sobre el escenario. Por suerte, últimamente me está pasando muy seguido eso. Y este año le sumo que la gente me reconoce mucho más, es impresionante sentir ese cariño y ese reconocimiento por el que luché toda mi vida. Y es una alegría doble, porque también soy la coreógrafa del espectáculo. –Flavio Mendoza, Charly G, Guillermo Gramuglia, ¿por qué ahora los coreógrafos son tan mediáticos? –Creo que a partir del coaching de ShowMatch se empezó a hablar de ese rol, y está bueno, porque es muy importante… Flavio es director artístico y trabaja junto a Nito Artaza, re importante. –Como coreógrafa, ¿fue difícil armar el cuadro de Adabel y Mónica? –Soy muy permeable a las sugerencias, y con las chicas fuimos armando el cuadro escuchando todas sus dudas y aportes. Nosotros fuimos con una idea, ellas dieron su opinión, y terminó quedando algo muy bueno… Lo que pasó después ya es cosa de ellas. –¿Te sentiste traicionada por Adabel? –Mirá, de Adabel ya no me sorprende nada… Ella es así. No digo que sea mala ni nada parecido, pero tiene una personalidad muy especial. Ella está mal porque quería tener su propio cuadro, y esa decisión no es mía. ¿Si está en condiciones de tener su propio cuadro? Sí, por supuesto. Y Mónica también… Son dos grandes bailarinas, cada una con su estilo. Es más, Adabel ya tuvo su propio cuadro cuando estuvo con Miguel Angel Cherutti, en una revista en la que yo también actuaba. –¿Es la misma Adabel de antes? –(Risas) Y… se nota que está cambiada. Pero no lo digo mal, eh… Es algo lógico, este ambiente nos cambia a todos, y a ella también. No es fácil acostumbrarse a eso… –Te escucho y oigo lo que no decís: “Adabel está agrandada”. –Que cada uno saque sus propias conclusiones. –¿Cómo es compartir el camarín con Mónica y Adabel, que no se hablan? –Se sabía que iba a pasar algo así. Los primeros días fue algo tenso… Pero ahora está mejor. Yo igual estoy en mi mundo, me llevo mi compu, mi musiquita, hago la mía y listo. No hay que hacerse demasiado problema… –¿Qué opinás del éxito de Carmen en Mardel? –Me parece bárbaro, porque Carmen es una mina súper popular y, más allá de la presencia de Los Nocheros, la gente la adora y va al teatro por ella, es fantástica. Hizo mucha fuerza para que le vaya así. –También dijo que cuando trabajaba con Cherutti la que cortaba entradas era ella… –No sé, no creo que sea así, el público va al teatro por todos... En este show que estoy ahora la gente va por Florencia y el Negro Alvarez, obvio, pero también por nosotras. –¿Cómo manejarías en un elenco tuyo una situación como la de Nazarena Vélez? –Me da mucha pena lo que le está pasando, pero en un espectáculo hay que ser híper profesional, tenés que cumplir con tu show. A todos nos pasan cosas y siempre estamos al pie del cañón. A Reina Reech se le murió la madre y al día siguiente estaba haciendo un Luna Park. Eso es hacer teatro, sin medias tintas y por el público.