
Como si fuera una pequeña niña, su voz cambia rápidamente al confesar su temor al agua, enquistado en un viejo recuerdo de su infancia por la pelicula "Tiburon". Adabel nunca imaginó que el viaje le reservaría una gigantesca sorpresa y la anécdota más adrenalínica de su vida: El encuentro con las fauces del soberano de las profundidades del mar. "Lo más apasionante fué bucear en unos arrecifes de coral de cozumel, uno de los más importantes del mundo. Fué como conocer otro planeta de verdad. Es algo nuevo y desconocido, porque no es lo mismo verlo en la tele que en persona. Y tener un tiburon a dos metros es una experiencia bastante extraña! Nunca había echo b

El destino original para celebrar su amor era París, una de las ciudades más románticas del mundo. Martin tenía todo planeaddo para sorprender a su novia, pero el sexto sentido femenino de Adabel intuyó algo y descubrió el destino. La respuesta no fué la esperada. "Es un divini, él me quería llevar para ver Moulin Rouge y otras obras, pero cuando me enteré casi lo mato. ¡Lo único que yo quería era sol y playa! Paris en otro momento, necesito mar, agua y volver bronceada", le dije. Así surgió la idea. Soy amante del verano y, como estuve de temporada, no lo pude disfrutar, confesó Adabel, quien trabajó en la obra "Excitante", en Carlos Paz. (...) Adabel y Martin se enamoraron en 2008, y, a los quince días de conocerse, un impulso los llevó a apostar a la convivencia. La ruleta del amor les devolvió el temerario gesto con una vida plagada de romanticismo y pasión. "Estamos absolutamente comprometidos y formalizados como pareja. Lo mmás importante es llevarnos bien y amarnos", finalizó la bailarina para sostener con palabras algo que quedó demostrado en las fotos de su último viaje.

Fuente: Revista Caras
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